13 de febrero de 2012

El Dorso del Caballo



Interesante articulo del jinete profesional y veterinario aleman, experto en estos temas, Dr. GERD Heuschmann.


Ha publicado varios libros sobre el tema, asi como ha impartido conferencias y forma parte de diferentes comites.

Texto original en inglés. Traducido en España.







“Que trabaje más abajo” es una frase que se oye con mucha frecuencia en los picaderos y de alguna manera los alumnos se han dado cuenta que el caballo tiene que redondear su cuello. Sin embargo casi nunca preguntan porqué esto es así y los jinetes tiran y empujan hasta que el caballo desciende su cabeza. Algunos se dan cuenta que esto no puede ser bueno y hacen lo opuesto; dejan que lleve la cabeza demasiado alta para el bien del caballo. El Dr. Heuschmann demuestra que ambas maneras son incorrectas. El método para conseguir que el caballo se estire hacia delante y abajo, determinado por la doctrina alemana de equitación clásica, no es un invento arbitrario sino esta basado en una sencilla regla de la naturaleza - la manera en que está construido el caballo, sobre todo en relación con su dorso.

Lo primero es aclarar como está construido. El dorso del caballo es un puente entre su tercio anterior y posterior que consiste en un cierto número de vértebras (algo así como un puente de vértebras). Este puente de 18 vértebras torácicas (también llamadas dorsales) y, típicamente, de 6 vértebras lumbares (zona del riñón). Estas vértebras están sujetas por numerosas articulaciones pequeñas y, a su vez, por fuertes ligamentos y músculos que hacen que esta parte de la espina dorsal sea extremadamente estable pero con poca flexibilidad. En contraste, las siete vértebras cervicales (cuello) son altamente flexibles, pudiéndose comparar con las de la espina dorsal humana.

A continuación de las vértebras lumbares está el sacro que consiste en la fusión de las 5 vértebras sacras y las aproximadamente 20 vértebras caudales (también llamadas coccígeas -la cola). El sacro está conectado a la pelvis a través de sus procesos (apófisis) transversales planos y por un fuerte ligamento, creando la llamada articulación sacroilíaca. A través de esta articulación se transmite el empuje del tercio posterior por encima del “puente de vértebras” hasta la boca del caballo.



El Ligamento Soporta el Peso

Un caballo bien alimentado pesa entre 450 y 650 kilos, dependiendo de las razas. Esto significa que entre 200 y 300 kilos están “estresando” de forma permanente al “puente de vértebras”. Este peso, sin embargo, no se apoya solamente sobre el esqueleto. El ligamento nucal (de la nuca)/supraespinoso sujetan gran parte de ello. Las puntas de todas las apófisis espinosas del dorso (procesos espinosos) del caballo están cubiertas por un ligamento que se asemeja a un tendón, llamándose el ligamento supraespinoso. Desde la tercera vértebra torácica, este ligamento continúa como una fuerte banda elástica del cuello, el ligamento nucal, hacia el hueso occipital (la base del cráneo) con partes adicionales del ligamento a cada vértebra cervical.

En la zona de la cruz, el ligamento de la nuca forma una especie de capuchón que es la conexión del ligamento a los procesos espinosos cruz-dorsal.
Cuando el caballo estira su cuello hacia delante, se pone en tracción el ligamento nucal que tira de las apófisis espinosas, causando su elevación. Este efecto se extiende a lo largo del dorso del caballo transmitiendo esta tracción al ligamento supraespinoso (tipo tendón) que, como continuación directa del ligamento nucal, conecta a todos los procesos espinosos del dorso. Al elevarse todos los procesos espinosos, hacia arriba y hacia delante, las vértebras dorsales (torácicas) y las lumbares siguen en cadena, levantando el dorso del caballo. En la naturaleza, por ejemplo, este proceso ocurre casi siempre porque el caballo baja su cabeza continuamente para comer hierba. En consecuencia, el caballo que nunca ha sido montado está en perfecto equilibrio.


Montando hacia Delante y hacia Abajo


Esta posición es esencial para que el caballo jóven encontre su equilibrio y también es muy importante para la fase de calentamiento en caballos avanzados.


Este equilibrio se pierde lógicamente en cuanto se sienta un jinete sobre el dorso del caballo. Al sentir el peso por primera vez, el caballo joven contrae sus músculos dorsales y se tensa. El músculo largo, el gran dorsal, que no está diseñado para soportar presión vertical, se cansa enseguida y empieza a doler. Después de un rato el caballo no puede seguir manteniendo la tensión en su dorso y lo afloja. Cuando esto ocurre, el caballo termina llevando el peso del jinete más o menos sobre su esqueleto, sin soporte muscular. Esto es cuando el jinete dice que su caballo hunde el dorso o lo ahueca. Esto no es correcto porque presupone que la culpa es del caballo, que lo hace a propósito, y lo que pasa es que sencillamente está cansado. Desafortunadamente, hay caballos que pasan casi toda su vida deportiva tensando y aflojando su dorso bajo el jinete como resultado de una monta incorrecta. Para sus jinetes estos caballos son incómodos y difíciles para acoplarse a ellos en trabajos sentados y su trote es muy saltado. Para el caballo las consecuencias son aún peores. Se cansa enseguida, incluso en sus extremidades. El músculo gran dorsal del caballo, un animal diseñado para correr, no es adecuado para llevar a un jinete.



Aqui el ligamento juega un papel menos importante que en la posición avanzada hacia abajo. Esta trabaja la musculatura del cuello que es responsable de llevar el dorso


Queda la pregunta: ¿Como puede el caballo llevar al jinete? Hemos observado en la naturaleza que es el ligamento nucal, principalmente, lo que ayuda al caballo a levantar su dorso al estirarlo hacia delante. Este mismo principio es aún más aplicable cuando añadimos el peso del jinete. Al sentarse sobre el caballo, éste le equilibra con el peso de su cabeza y cuello que actúan como una especie de balancín, igual que en las básculas. Pero como los músculos en la parte superior del cuello de un caballo joven, o de uno incorrectamente musculado, todavía son demasiado débiles para hacer el trabajo de soporte del balancín, hay que aplicar la siguiente regla: A mayor peso del jinete, más abajo debe llevar su cabeza el caballo inicialmente. Ahora comprendemos porqué se debe trabajar al caballo joven hacia delante y con el cuello bajo. Al montar el caballo, este balancín cabeza-cuello le ayuda a llevar con más facilidad el peso del jinete. Al mismo tiempo, los diferentes músculos del dorso y de la grupa se liberan para que cumplan con su función original que es la locomoción. De esta manera el caballo puede moverse con un dorso relajado y elástico. Sin embargo, es de máxima importancia que el caballo descienda su cuello de forma pasiva. Si el jinete interviene continuamente con las manos para doblar el cuello, el caballo termina encapotándose o apoyándose demasiado sobre el hierro. ¿Se ha parado a pensar alguna vez en el efecto que tiene la influencia de las riendas sobre el cuello del caballo?
Con un poco de física podemos entender mejor el impacto de las riendas. Hay que tomar en consideración tres puntos: el primero es la conexión del ligamento nucal con la base del cráneo del caballo, justo detrás de las orejas. En segundo lugar y justo debajo de esta conexión está la articulación atlanto-occipital donde la última vértebra cervical se une con el cráneo. En tercer lugar tenemos las barras de la boca del caballo donde va la embocadura. Si se examinan cuidadosamente estos tres puntos veremos que siguen el mismo principio del balancín, igual que hacen el cuello y la cabeza.. Esto quiere decir que llevamos aproximadamente 17 kilos “en las manos” y estos kilos crean un múltiple de fuerza aplicada (compresiva) en el punto donde se une el ligamento nucal con el cráneo del caballo. Con esto se comprende porque una influencia permanente de este tipo por parte del jinete puede causar lesiones en ese punto, las cuales son muy dolorosas y hacen imposible progresar en el entrenamiento del caballo.



Lamentablemente vemos esta posición de cabeza y cuello bastante a menudo, sobre todo en caballos de doma.
En esta posición el ligamento nucal y el sistema muscular del cuello no tienen ningún efecto. Este es el sistema muscular del dorso que es responsable de llevar al jinete y por lo tanto, provoca tensión. Es por eso que hay una perdida de la conexión con los cuartos traseros con todas sus consecuencias










¿Estamos Trabajando Correctamente?


El cuello de nuestro caballo nos indicará si le estamos trabajando correctamente porque en ningún otro sitio podemos ver mejor el desarrollo de los músculos y paquetes musculares. En un caballo bien trabajado, los músculos de la parte superior del cuello se emplean continuamente y, como todos los músculos que trabajan, aumentan de tamaño. El cuello se ensancha y el hueco triangular que hay entre la espina cervical y la cresta del cuello, tan visible en el cuello poco desarrollado del caballo joven, se rellena con el entrenamiento correcto. Estos músculos del cuello, al contrario que el gran dorsal del caballo, son capaces a la larga de hacer el trabajo de soportar peso. Los músculos de la parte inferior del cuello, los flexores del cuello, en vez de aumentar de tamaño decrecen con el trabajo correcto y el canal de la yugular se hace más visible. Durante el curso de su entrenamiento, el caballo desarrollará un cuello arqueado y bello, y parecerá más largo. Resumiendo, los músculos del cuello nos indicarán si se está entrenando correctamente a un caballo joven.

Dorso Elástico y Oscilante, ¿pero como?

Vamos a sumar de nuevo: La meta de nuestro entrenamiento es conseguir que el dorso del caballo “oscile”. Solamente con un dorso oscilante y elástico tenemos la seguridad de que el caballo tiene la habilidad, a la larga, de llevar peso sin fatigarse. Y solamente con un dorso elástico y oscilante puede el caballo optimizar el uso del potencial de su sistema locomotriz. Hay que recordar que el músculo gran dorsal del caballo está concebido para la locomoción y no para llevar el peso del jinete! Es el ligamento nucal/supraespinoso el que lleva el peso. El caballo con el dorso tenso manifestará dificultad para moverse. Se “deshace” - está desconectado - o se mueve de forma insegura o con tensión y sus posteriores no trabajan con soltura.


No todo el mundo tiene la capacidad de ver si un dorso es elástico y oscilante. Aún entre jueces y expertos se puede encontrar todavía a los que prefieren al caballo que muestra movimientos espectaculares sobre uno que no sea tan llamativo pero que trabaja con soltura.


Mientras que un dorso tenso hace que los posteriores pierdan su natural libertad de movimiento, los músculos del dorso tampoco trabajan con soltura cuando el jinete emplea incorrectamente las ayudas de piernas y manos porque también estorba el ritmo natural de los posteriores. Así, para conseguir que el dorso trabaje con soltura y elasticidad es importante montar con un ritmo constante. Ahora sabemos porque el ritmo ocupa el primer lugar en la escala del entrenamiento alemán (ritmo, soltura y elasticidad, contacto, impulsión, rectitud y reunión).


Hay otro problema en el camino hacia un dorso elástico: un mal asiento del jinete. El jinete que monta con tensión en su espalda tiende a golpear verticalmente el dorso del caballo al trote y el caballo responde tensando su dorso también. En consecuencia, el caballo no deja que su cuello descienda, no emplea los músculos del mismo y, al tensar y aflojar su dorso esta “peleándose” con el peso del jinete.


Cuanto más flexible y cuidadoso sea el asiento del jinete, antes relajará su dorso el caballo. Como norma básica, el jinete no debe sentarse al trote hasta que no haya relajado su dorso el caballo. Un buen jinete se sienta al trote en la dirección de las fibras musculares, es decir, de atrás hacia delante. El momento oportuno para sentarse varía con cada individuo. Después de una fase inicial al paso, hay que buscar que el caballo se suelte al trote para conseguir un dorso relajado, calentado y suelto. Solo en este momento tiene sentido proceder con el trabajo. Muchos jinetes piensan que con 10 minutos de paso y 10 de trote el caballo ya esta preparado para empezar el entrenamiento, pero esto no siempre es cierto. Hay caballos que hace falta toda la sesión, incluso semanas y meses, para que se suelten. Cuando vemos a un caballo moverse con libertad hacia delante, de forma relajada, que parece estar contento y sus músculos se contraen y se relajan rítmicamente a cada tranco, podemos decir que trabaja con soltura, que es la segunda calidad en la escala de entrenamiento alemán, justo detrás de ritmo. Las extremidades del caballo se levantan y posan sobre el suelo con el mismo ritmo y longitud de tranco.


Entrenamiento del Dorso

Gimnasia es una palabra que empleamos para describir el entrenamiento del caballo. Básicamente no quiere decir otra cosa que el desarrollo de ciertos músculos y grupos musculares. No difiere mucho de lo que buscamos los humanos cuando hacemos gimnasia y musculación en un gimnasio. Mientras en un potro de 3 años, el equilibrio se encuentra principalmente al trote, la gimnasia de dorso para un caballo de más edad incluye repetidas salidas a galope, largos periodos de galope en el campo y subir cuestas. También es beneficioso pasar barras de tranqueo al trote y trabajar sobre cavaletti e incluso dar saltos pequeños que animan al caballo a emplear su dorso. Durante el curso de su entrenamiento, los músculos planos del dorso se desarrollarán y se podrá ver claramente como se mueven con un juego rítmico en todos los aires.


Problemas de Dorso: Fabricados o Mala Conformación

Muchos problemas de dorso son “hechos en casa” que quiere decir que son debidos a malas montas y trabajos incorrectos. Si el caballo lleva su dorso tenso continuamente, los músculos se degradarán y se volverán planos – resultado de una mala circulación sanguínea. Un dorso hundido permanentemente puede llevar a numerosas lesiones de la espina porque, como hemos visto ya, el peso del jinete lo soporta el esqueleto. También hay caballos de conformación problemática que aumenta la probabilidad de lesión en el dorso. Una mala conformación de la parte de la cabeza/cuello (caballos con la parte de la tráquea gruesa o caballos con cuello de cisne) como también los caballos de dorso corto, caballos cuadrados, puede causar problemas de dorso a largo plazo. Un caballo corto con un dorso muy musculado por naturaleza tiene mucha fuerza para llevar peso y nos puede hacer pensar que un caballo compacto y corto es más adecuado para llevar a un jinete que un caballo más largo con un dorso más “blando”. Sin embargo, esta conclusión no es correcta porque precisamente los caballos con el dorso corto tienden a ser más tensos y, por tanto, más difíciles de soltar. Hay dos razones para esto. Primero, en un dorso corto y menos elástico el estrés se concentra más que en uno largo. En segundo lugar, lo que lo hace aún más complicado es que en un dorso corto la montura descansa muchas veces sobre las anchas apófisis laterales de las vértebras lumbares. Aunque en la región de las vértebras torácicas los músculos largos del dorso son soportados por las costillas, que están conectadas a la espina dorsal a través de ligamentos elásticos, las anchas extensiones laterales de las vértebras lumbares son rígidas. Es aquí donde los caballos con dorsos muy cortos tienen más tendencia a ponerse tensos que los de dorso más largo y, para el jinete, será más difícil eliminar esa tensión. En buena lógica, también puede ocurrir que el jinete sea demasiado grande para el caballo.


Cuando un caballo está bien construido, los problemas de dorso siempre son el resultado de una mala influencia por parte del jinete. Por otro lado, caballos con una anatomía problemática del dorso pueden servir perfectamente para el deporte si su entrenamiento es correcto y constante.

La Elevación del Dorso del Caballo

Ya hemos visto que cuando el caballo estira su cuello hacia delante y hacia abajo se pone en tracción el ligamento nucal que, a su vez, levanta los procesos espinosos de la cruz hacia delante y hacia arriba y, en consecuencia, elevan el dorso.


Al haber una fuerza que actúa hacia delante, tiene que haber una resistencia opuesta que sostenga a la anterior. Esto se hace evidente al observar la inclinación de las apófisis espinales con todos los músculos y ligamentos conectados. Al estirar su cuello hacia delante y hacia abajo, las apófisis de las 15 primeras vértebras torácicas, incluyendo la cruz, se inclinan hacia atrás. Los procesos espinosos de las restantes vértebras torácicas y lumbares, sin embargo, se inclinan hacia delante en dirección opuesta. Los respectivos músculos y ligamentos que están sujetos a estos procesos espinosos, por un lado el ligamento nucal/supraespinoso y, por el otro, los grandes músculos de la grupa, incluyendo partes del muslo, siguen este sistema de fuerzas opuestas a lo largo del dorso del caballo. A este sistema le llamo “el sistema de contracción superior” y juega un papel clave en la elevación del dorso del caballo.


También existe un sistema de contracción inferior, que consiste en los músculos del abdomen y los músculos iliopsoas situados bajo la parte lumbar de la espina. Aunque juegan un papel menor en la elevación del dorso, hay que mencionarlos. Entran en acción en la fase de suspensión, cuando las cuatro extremidades están en el aire, sobre todo al galope. Esta es la razón por la cual los caballos que trabajan mucho al galope, común en la Doma Clásica pero sobre todo en caballos de carreras y de CCE, tienen el abdomen más recogido. El verdadero trabajo de llevar peso, sin embargo, aparece en el momento de sostenimiento, cuando el caballo posa alguna extremidad en el suelo. Este trabajo lo lleva a cabo el sistema de contracción superior. Este sistema esta compuesto por estructuras de tipo ligamento y por fibras blancas de músculo que trabajan como potentes bandas elásticas que pueden llevar peso de forma pasiva con una excepción: el sistema de contracción inferior con sus músculos abdominales y los iliopsoas que se componen de fibras rojas que cumplen tareas activas tales como tirar de los posteriores hacia el cuerpo durante la fase de suspensión.

También se ve a menudo desgraciadamente esta posición de cabeza y cuello que se conoce como la hiperflexión (rollkur).
El cuello absolutamente sobreestirado que levanta el dorso de forma extrema y el caballo pierde su movimiento dinámico. Con esta posición de cabeza y cuello el caballo también pierde sus conexión con sus cuartos traseros que es el origen del movimiento.


Como enseñar cambios de pie (en el aire)?






¿Qué es un cambio de pie?





Bueno, lo primero y más importante por recordar es que un cambio de pie es una transición. Una transición se define como el cambio de un aire a otro, o un cambio de un movimiento a otro. Un cambio de pie en el aire no debe ser temido más que otra transición que uno hace todo el tiempo. Uno hace una transición cada vez que le pedimos al caballo pasar de alto a paso, o de trote a paso. Cuando uno va de un aire rápido a uno mas lento se suele llamar transición hacia abajo (downward transition),

Un cambio en el aire es en esencia cuando le pedimos al caballo que cambie la secuencia de sus patas al galope como si fueramos a cambiar de dirección, cosa que a veces hacemos y a veces no. Cuando no pedimos el cambio pero vamos en la dirección opuesta, es llamado contra-galope. Así, en esencia, nosotros tendríamos al caballo usando la secuencia de patas que usaría para ir hacia la derecha por ejemplo, pero él realmente estaría yendo a la izquierda, a esto lo llamaríamos contra-galope.
En el galope nosotros pensamos al caballo como “salpicando” 1 con una pata, en nuestro caso, o su caso, los miembros de un lado guiando a los del otro. Así, por ejemplo, si fuéramos a salpicar/galopar en un círculo contrario a las agujas del reloj o hacia la izquierda, nosotros galoparíamos con la pierna izquierda aparentando ir más alto. El lado izquierdo guía entonces al derecho. Lo mismo para el caballo, las patas del caballo parecerían ir adelante - nótese adelante en el espacio y no anticipándose en el tiempo - en la secuencia, delante de los miembros derechos,
Entender el galope no es necesario para lograr los primeros cambios de pie en el aire, pero puede ayudar a estar física y mentalmente preparado para cabalgarlo con el caballo, en lugar de contra el caballo, cuando uno pida el primer cambio de pie.

En adiestramiento tenemos cambios de pie cada-dos, tres, cuatro y cada-un galope, este es cuando el caballo cambia el pie guía en cada galope, usualmente es la primera vez que logramos un cambio de pie la mas excitante y difícil, es el paso de base con que todas las series están construidas.

Entonces, ¿cómo enseñamos el cambio de pie?

Una de las formas en que con más frecuencia vemos a los jinetes tratando de lograr un cambio de pie sobre su caballo es des-balanceando al caballo. En efecto, el jinete hace un sorpresivo y fuerte cambio en la distribución de su peso mientras por ejemplo hace una figura de ocho al galope.

Ciertamente esto no nos permite ayudar al caballo con su cambio de pie. No hay preparación involucrada que le permita al caballo hacer una transición limpia. Por transición limpia queremos decir que tanto las patas como manos hagan el cambio simultáneamente. Aparentemente, los caballos no tienen problemas con la idea de galopar a una mano con las manos y a otra con las patas. A lo mejor es ésta la razón por la que con tanta frecuencia vemos un caballo galopando “cruzado”. Otra forma de describir el galope cruzado es cuando el caballo se mantiene a la vieja mano en las patas traseras pero ha cambiado en las delanteras.
En su lugar necesitamos crear un ambiente donde preparamos la situación de tal forma que el caballo haga el cambio sin ser des-balanceado. No solo des-balanceado* de un lado a otro, tampoco deseamos queremos que el caballo aprenda a hacer el cambio de pie con el peso puesto sobre las manos.
Es importante que desde el principio el caballo haga los cambios correctamente, como vamos a enseñar primero es el patrón por el que vamos a entrenar, y esto significa que el cambio de pie tiene que reflejar un galope realmente excelente. Un movimiento elevado* que provea el tiempo de aire que el caballo precisa para un cambio limpio. Nosotros no queremos que el caballo comience los cambios con el peso sobre las manos, porque esto representará un problema más tarde.
Nuestros métodos de entrenamiento precisan no solo reflejar la acción que queremos, que en este caso es el cambio de pie. Necesitamos alentar un galope elevado, con un tiempo en el aire bueno y limpio, cambios adelante y atrás, sin que el jinete desbalancee el caballo. Queremos que el jinete esté balanceado, alentando y ayudando al caballo. Una forma de ayudar al caballo con suspensión y un buen tiempo de aire es introducir trabajo con caballetes trabajando el caballo al galope. Hay exposiciones excelentes sobre como hacerlo, escritos por varios maestros. Una de las formas más fáciles es poner una serie de caballetes que imitan los pasos al galope del caballo, pidiéndole que pase sobre un caballete por cada galope. Entonces no es una serie de saltos sino una serie de galopes dejando al caballo encontrar elevación en cada galope. Una nota al margen es que el caballo habitualmente no solo encuentra elevación sino que también logra reunión ya que coloca las patas más hacia abajo del cuerpo. Por esta razón suele ser necesario acortar la distancia entre caballetes cuando el caballo comienza a reunirse y elevarse más. Esto es algo que debe ser alentado y no desalentado, por lo que es importante tener una persona cerca ayudándonos en el piso cuando hacemos el ejercicio. El momento en que el caballo comienza a ofrecer este cambio es el momento exacto en el que hay que ajustar la distancia entre caballetes.
Tomamos el concepto del cavallete un paso más adelante e introducimos los cambios de pie en el aire. El cavallete nos ayuda a ayudar al caballo a aprender a elevarse en el primer elemento del galope. Nos ayuda a encontrar buen tiempo de aire. Mientras los maestros usaban los caballetes no como saltos sino como galopes más grandes, nosotros tomamos ventaja del hecho de que en esencia el caballete puede también sugerir un pequeño salto.

Sabemos que muchos caballos cambiarán naturalmente de pie cuando realizan un salto. Es la inclinación natural de la que podemos tomar ventajas al usar los caballetes para enseñarle al caballo su primer cambio de pie.

El mejor lugar para comenzar es el trote. Comenzamos cabalgando en un círculo a un lado del caballete pasando varias veces al trote, luego de varios círculos comenzamos a cabalgar en una diagonal sobre el caballete y comenzando un circulo yendo en la dirección opuesta al otro lado del caballete. A veces ayuda al comienzo colocar el caballete sin altura, de manera que el énfasis no está puesto en el salto sino en la figura, una figura de ocho con el circulo repetido en ambos lados.
Queremos estar seguros de que vamos en la diagonal solo en una dirección. No queremos invertir el patrón dado que solo esperamos introducir una dirección de cambio inicialmente. Por ejemplo, no queremos enseñarle a un caballo el cambio de izquierda a derecha y al mismo tiempo el de derecha a izquierda. Al elegir una dirección preferida sobre la otra usualmente ayuda ir de la mano más dura o difícil a la más fácil o mejor. Esperamos que el caballo tenga más deseos de cambiar hacia la mano que le resulta más fácil.Una vez que el patrón ha sido establecido, elevamos los cavalletes de tal manera de esperar que el caballo realice un salto. Una vez que el caballo está saltando sobre los cavalletes confortablemente es el momento de introducir el cambio. La mayoría de los jinetes encuentran la agradable sorpresa de que el caballo realiza el cambio de pie en el primer intento. El ejercicio ha sido usado por muchos entrenadores de distintas disciplinas desde el estilo Inglés al Western (vaquero) para introducir al caballo y jinete a los cambios de pies en el aire.
Recordemos que siempre buscar un tiempo de aire limpio y bueno es lo que hace la diferencia para un buen cambio de pie.

(1) En ingles “skip” es marchar con saltos y rebotes, un típico juego de chicos. En casa lo llamábamos “salpicar” pero no se si inventamos el término.

(2) Engaged en el original. Se refiere a que el caballo desplaza las patas hacia adelante soportando más peso que el caballo no entrenado. Es un paso hacia la reunión.
(3) Uphill. No solo se refiere a la elevación sino a que el caballo al transferir peso a las patas y alivianar consecuentemente las manos, baja el anca y eleva estas.


fuente (*• VOLUME 45 • © HORSES For LIFE™ Magazine)



La Reunion


SEXTA FASE DE LA ESCALA DE ENTRENAMIENTO


  REMETIMIENTO Y EQUILIBRIO


Los objetivos de la reunión son:


  • Desarrollar y mejorar el equilibrio del caballo, que se ha visto más o menos desplazado por el peso del jinete.
  • Desarrollar y mejorar la capacidad del caballo para bajar la grupa y remeter los posteriores en    provecho de la ligereza y movilidad del tercio anterior.
  • Mejorar la soltura y prestancia del caballo haciendo así más agradable su monta.
  • La reunión se desarrolla sobre todo mediante el uso de medias paradas y trabajando movimientos laterales: espalda adentro, travers, renvers y apoyos.


La reunión se consigue y se mejora gracias al remetimiento de los posteriores que, con articulaciones ágiles y flexibles, avanzan bajo la masa del caballo por el uso del asiento y de las piernas y una mano que retiene. 
No obstante, los posteriores no deben remeterse tanto bajo la masa que acorten demasiado la base portante del caballo, pues esto impediría el movimiento. 
En este caso la línea superior se alarga y se eleva en relación a la inferior, la estabilidad se vería 
comprometida y el caballo tendría dificultad en encontrar un equilibrio armónico y correcto.


De otro lado, el caballo con una base demasiado larga, que no quiere o puede remeter 
los posteriores bajo la masa, nunca llegará a lograr un grado de reunión aceptable, caracterizado por “la soltura y prestancia” y por una impulsión vivaz que proviene de la actividad del tercio posterior.


La posición de la cabeza y el cuello de un caballo en los aires reunidos dependen, naturalmente, del nivel de entrenamiento y, en cierta medida, también de su conformación. Se caracteriza por un cuello que se eleva armonioso desde la cruz hasta la nuca, punto culminante, con la nariz ligeramente por delante de la vertical. Cuando el jinete aplica las ayudas para obtener un efecto momentáneo y transitorio de reunión, la cabeza puede estar más o menos en la vertical. 
El arco del cuello está directamente relacionado con el grado de reunión.


REUNIÓN CORRECTA


Cuanto más se flexionen los posteriores más se desplazará el centro de gravedad del caballo hacia atrás. A resultas de lo cual se incrementa la ligereza del tercio anterior. 
Mediante el sistemático desarrollo de la reunión, mejorará la calidad de los aires naturales. 
Mediante el aumento del remetimiento de los posteriores y la ligereza de las espaldas los aires parecerán más ligeros y libres. Mediante el desarrollo de la impulsión, mostrarán más cadencia.

Sólo mediante el verdadero desarrollo de la reunión es como se puede llegar a realizar correctamente alargamientos espectaculares.

Un caballo reunido da la impresión de moverse cuesta arriba.

Los trancos y zancadas se acortan pero la actividad/impulsión se mantiene haciendo que los movimientos parezcan más cadenciados.

“De la reunión llevas la energía a los alargamientos; de los alargamientos  llevas la impulsión a la reunión”


El grado de reunión requerido para las reprises de cada nivel es aquel que permite al 
caballo realizar los movimientos de forma fácil y fluida. Por ello, la falta de reunión resulta en una pérdida de sumisión porque el caballo no es capaz de realizae los movimientos con facilidad y fluidez.



El objetivo último de la Escala de Entrenamiento


El estar “descontraido” dejando que las ayudas fluyan significa que el caballo está preparado para aceptar las ayudas del jinete de forma obediente y sin tensión; Debe responder a las ayudas sin reticencias, avanzando los posteriores y generando una fuerza motriz activa. 
Al mismo tiempo debe permitir que las ayudas de las riendas “fluyan” desde la boca, pasando por la nuca, cuello y dorso hasta los posteriores, sin que se vean bloqueadas por tensión en ningún punto.
El caballo está descontraido cuando está flexible a lo largo de todos los ejercicios, responde a las ayudas del jinete, acepta las medias paradas y las transiciones sin dudar o resistirse y reacciona a la más ligera de las ayudas del jinete.
  • La descontracción permite mantener el ritmo de forma consistente en los tres aires y en todas las transiciones.
  • Sólo si el caballo se mueve de forma flexible puede la energía de los posteriores pasar a través de su cuerpo. Sin flexibilidad las ayudas de retención no pueden actuar, a través de la boca, nuca, cuello y dorso sobre los posteriores. 
  • Cualquier tipo de problemas de contacto, que cause descompensación o rigidez en la conexión entre la mano del jinete y la boca del caballo, interferirá con la capacidad del caballo para permitir que las ayudas fluyan a través de su cuerpo.
  • Hasta que no se logre la total rectitud del caballo éste no podrá aceptar las medias paradas de igual forma a ambas manos ni podrá buscar la embocadura de forma tan positiva en respuesta a las ayudas del jinete, sin permitir que sus posteriores se desplacen a los lados. La rectitud es, por su parte, absolutamente esencial para la reunión y, en consecuencia, también para la postura correcta de la cabeza y del cuello.
  • Si el caballo responde adecuadamente a los ejercicios reunidos avanzando igualmente con ambos posteriores en dirección al centro de gravedad, cargando más peso sobre su tercio posterior, indicará que se ha logrado un alto grado de descontracción (Durchlässigkeit)

Todos los puntos de la escala de entrenamiento son parte de las notas de conjunto de las reprises habituales. Por ello, los jueces siempre deberán comprobar los elementos de la escala de entrenamiento antes de otorgar las notas de conjunto.  

La Rectitud



QUINTA FASE DE LA ESCALA DE ENTRENAMIENTO


   IDÉNTICA INCURVACIÓN A AMBAS MANOS

El desarrollo de la impulsión y de la rectitud son esenciales para preparar el caballo para la reunión y para hacerle más flexible y fluido.
Enderezar al caballo es una labor interminable dado que todo caballo tiene algún grado de torsión natural.

El caballo está recto cuando sus anteriores están alineados con los posteriores, es decir, cuando el eje longitudinal está alineado con el trazado, recto o curvo, por el que se desplace. 

Enderezar un caballo también significa que el caballo debe poder ser incurvado y flexionado a ambas manos indistintamente.

Las razones principales para enderezar un caballo son:


  • Para contribuir a que permanezca sano mediante la distribución equitativa del peso a ambos lados.
  • Para preparar el caballo para la reunión. Sólo un caballo que esté recto podrá empujar y reunirse de forma efectiva, usando ambos posteriores igualmente y manteniendo un contacto equilibrado en ambas riendas. Sólo un caballo que esté recto estará igual de flexible y descontraido a ambas manos.
  • Si el caballo está recto, los posteriores empujan hacia el centro de gravedad.

2 de febrero de 2012

La Impulsión


CUARTA FASE DE LA ESCALA DE ENTRENAMIENTO


  AUGMENTO DE ENERGIA DESDE EL TERCIO POSTERIOR

La impulsión es la transmisión controlada de energía propulsora originada por el tercio posterior produciendo un movimiento atlético del caballo entregado. Su última expresión sólo se aprecia en el dorso suave y móvil del caballo, guiado por la mano del jinete mediante un suave contacto.


La impulsión no debe confundirse con “acción”, que se refiere a la habilidad inherente del caballo de dar trancos de trote expresivos y cubriendo terreno. Si el caballo trabaja con impulsión el momento de suspensión será más pronunciado. No obstante, no debe ser exagerado porque esto se asocia con los trancos incorrectos que resultan de la tensión, un dorso rígido y resistencia.


El criterio fundamental de la impulsión es el tiempo que el caballo permanece en el aire más que el que está en tierra. Por ello, la impulsión sólo es visible en aquellos aires en los que hay un periodo de suspensión. En consecuencia, sólo se da en el trote, el piafé y el passage. No puede haber impulsión en el paso porque no hay momento de suspensión; es por ello por lo que en el paso hablamos de actividad.


La impulsión es el deseo de avanzar resultante de la energía y el poder tractor que se produce en el tercio posterior y llega a las riendas vía un dorso flexible y móvil. La impulsión permite al caballo moverse de forma poderosa y atlética, mostrando movimientos elásticos y expresivos.


La impulsión es de buena calidad si los corvejones se adelantan y suben enérgicamente justo después de que los cascos se eleven del suelo, y no cuando sólo se elevan o se quedan atrás. El movimiento es absorbido por los músculos dorsales, que permiten que el jinete se siente de forma suave y acompañe el movimiento.
La impulsión es una cuestión de entrenamiento. El jinete usa el aire natural del caballo y le añade soltura, empuje y flexibilidad.
Si el caballo es empujado tanto que precipita sus trancos, el momento de suspensión se acorta porque los cascos vuelven antes a tierra. En este caso, también si se mantiene la regularidad, el tempo es demasiado rápido afectando a la impulsión. La velocidad en sí misma no tiene mucho que ver con la impulsión; la velocidad normalmente causa el aplanamiento de los aires (falta de elevación).
El deseo de  avanzar, con unos posteriores que empujan activamente, pasando claramente la huella en los alargamientos, es fundamental. El caballo cubre más terreno en el trote medio, el trote largo y en el galope, con los posteriores pasando a través y hacia delante en el momento de la suspensión. 


El desarrollo y mejora de la impulsión es imprescindible. Es importante para el desarrollo de la fuerza motora y tractora del tercio posterior. Es también un requisito previo para lograr la rectitud y la reunión.




Como lograr esa impulsión?

Articulo de: Mercedes Gonzáles Cort 
Profesora de equitación diplomada de Honor por la Escuela de Equitación de Viena
Primer jinete en la REAAE




Lo primero que se necesita es un caballo que tenga ganas de moverse y lo segundo que tenga capacidad y condiciones físicas para hacerlo. La complejidad surge cuando se quiere conseguir encauzar esa impulsión sin menguarla, sino al contrario, hacer el mayor uso de ella.La finalidad es llevar al caballo a desarrollar todo su potencial atlético con una obediencia completa, consiguiendo alcanzar la armonía absoluta entre jinete y caballo. Esto sólo puede lograrse cuando el caballo es entrenado para reunirse y empujar permitiéndole desarrollar sus habilidades con facilidad a petición de su jinete.


Una vez alcanzado ese grado, el caballo tendrá capacidad suficiente para mantener esfuerzos prolongados, ya que habrá aprendido mediante unos ejercicios y una gimnasia adecuada a utilizar sus fuerzas en procurar la creación del movimiento.

Para alcanzarla impulsión es preciso saber servirse de la voluntad del caballo para ir hacia delante, del empleo de los posteriores y de la capacidad de reunión. La impulsión no puede tomarse como un concepto individual, es parte de un todo y consecuencia de la actitud general del caballo.


A pesar de ello, junto con la espalda adentro es el mejor remedio para sanar cualquiera de los males de la equitación. El 99% de los problemas del entrenamiento de cualquier disciplina ecuestre se solucionan impulsando al caballo.


La elección de un buen caballo facilitará la labor del jinete en el proceso de entrenamiento. Algunos caballos son por naturaleza más atléticos que otros. Su morfología les favorece y les da un mejor potencial para desarrollar sus facultades.


El temperamento también juega un papel importante. Es más fácil impulsar un caballo con carácter equilibrado que uno excitable o flemático.


Cualquier caballo obediente que tenga cadencia, relajación, soltura de aires, que acepte el contacto correctamente y que tenga equilibrio y rectitud, es un caballo útil y un placer para su jinete y podrá llegar a un nivel medio de adiestramiento.Esto es una base importante pero para llegar a los niveles superiores, principalmente de Adiestramiento Clásico y Alta Escuela, se necesita que el caballo sea capaz de almacenar energía mediante la reunión, para liberarla a requerimiento del jinete.


La impulsión se empieza a regular en las vueltas o círculos pequeños en los que se puede intervenir para regularla sin tener que tirar directamente sobre la rienda interna.

El jinete tiene que velar por mantener y mejorar la elasticidad y flexibilidad del caballo para no interferir negativamente en la impulsión de su caballo.


Cada vez que el caballo emplea un solo músculo para eludir una acción o para luchar contra un jinete que no tiene asiento o que no emplea las ayudas adecuadamente, estará sustrayendo esa energía de la impulsión con la consiguiente pérdida de elasticidad y fluidez.


La obediencia y el progreso del entrenamiento se perderán si el caballo está más pendiente de buscar una defensa o una postura en la que poder moverse sin padecer la acción negativa de su jinete.

Las transiciones son el mejor medio para crear impulsión. Hasta que no se han dominado las más sencillas, paso-trote, trote-paso, trote-galope y galope-trote, en equilibrio y ligereza, no se deben pasar a las más difíciles paso-galope, galope-paso, alto-trote- trote-alto, alto-galope, galope-alto.


La práctica de estas transiciones conduce al desarrollo de la reunión, la flexibilidad longitudinal del caballo y su equilibrio.




Faltas comunes


El sistema de impulsión falla cuando el caballo es perezoso y no tiene ninguna voluntad para moverse o al contrario, cuando es un apresurado impulsivo que necesita ser retenido constantemente.


El primer caso puede ser por el carácter del caballo o por haber sido trabajado en exceso con asiduidad, lo que le obliga a reservar su energía para no llegar al agotamiento, como a veces ocurre con caballos que trabajan muchas horas en los picaderos o en el manejo de ganado.


Cuando el caballo no tiene deseo de crear energía para moverse, difícilmente podrá estar impulsado. Cuando la falta de impulsión es producto de un exceso de rapidez en las etapas de la enseñanza, es posible recuperar el caballo volviendo a las etapas previas para ir construyendo el deseo de impulsarse a medida que se le enseñan de nuevo los ejercicios para que los ejecute con impulsión.


Tanto por exceso como por defecto en el empleo de la energía, estos caballos cuya impulsión no ha sido adecuadamente encauzada, suelen presentar problemas de regularidad y uniformidad de ritmo y trancos.


La impulsión no se consigue simplemente apretando al caballo para que ponga más energía en el movimiento, porque comprimiendo al caballo se genera fuerza, pero también rigidez y falta de elasticidad.


La falta de impulsión es una descompensación entre energía que el caballo emplea para moverse y la acción que genera.

El exceso de impulsión no existe. La energía desproporcionada para la acción hacia delante provoca desorden y pérdida de la armonía del movimiento y muestra un escaso encauzamiento de la impulsión generalmente porque el caballo no está preparado para ello.


No hay que dejarse impresionar por una vistosa colocación de cabeza y cuello si no va acompañada del correcto empleo del dorso y los posteriores. Recoger el caballo prematuramente le inducirá a hundir el lomo y a no introducir los posteriores bajo la masa.


Es preferible un porte de cabeza y cuello más bajo y alargado para permitir el correcto empleo del dorso y el tercio posterior.


Llevar el caballo en impulsión es el máximo de lo que es capaz un caballo sin forzarlo.




Correcciones


•El círculo es la figura más importante para la enseñanza del caballo joven


•Pasar del círculo a la línea recta y de la línea recta al círculo con el mismo ritmo, enseña al caballo a equilibrarse en los cambios de dirección


•Hacer muchas transiciones del paso al trote lento sin perder la ligereza y generando la acción desde el tercio posterior


•Los cambios de dirección y de aire deben ser progresivos para que el caballo aprenda a sostener su equilibrio


•Toda acción que no vaya en provecho de la generación del movimiento es una pérdida de impulsión


•Empujar no es ir más rápido


•La impulsión no es acelerar el aire ni correr más


•El jinete no debe crear más impulsión de la que es capaz de controlar


•Un caballo que tira es un caballo que no empuja y no lleva impulsión


•Una falta de dirección es una falta de impulsión. Un caballo atravesado o que no se encarrila por donde quiere su jinete es porque no está empujado


•Sin impulsión, ningún ejercicio es brillante


•No confundir la impulsión con excitación


•La rienda interna reprime la impulsión


•Emplear los círculos para regular la impulsión


•Practicar las transiciones para desarrollar la impulsión


•El jinete que se mueve más que el caballo, le impide tener impulsión