SEGUNDA FASE DE LA ESCALA DE ENTRENAMIENTO
ELASTICIDAD Y AUSENCIA DE ANSIEDAD
La flexibilidad, junto con el ritmo, es un objetivo esencial de la fase preliminar de entrenamiento. Incluso manteniendo el ritmo, el movimiento no puede considerarse correcto a no ser que el caballo esté trabajando a través del dorso y sus músculos estén libres de toda tensión.
La flexibilidad es el tema recurrente a lo largo de todo el entrenamiento. No debe dejarse nunca de lado sino más bien al contrario, debe ser comprobada y reforzada regularmente.
Únicamente si el caballo se encuentra libre, física y mentalmente, de toda tensión o contracción, podrá trabajar con flexibilidad y sacar el máximo rendimiento de si mismo.
Las articulaciones del caballo deben flexionarse y extenderse de forma uniforme en ambos lados del cuerpo y con cada tranco o zancada. El caballo debe dar la impresión de estar totalmente entregado, en cuerpo y mente, al trabajo.
La falta de flexibilidad puede manifestarse de muchas maneras,
Ej.: rigidez del dorso, cola severamente agitada, fallos de ritmo, falta de actividad de los posteriores, falta de rectitud, una boca tensa y seca.
Indicadores de flexibilidad son:
- Una expresión alegre y vivaz – ausencia de ansiedad
- La elasticidad de los trancos – la habilidad de estirar y contraer la musculatura suave y fluidamente.
- Una boca tranquila que tasca la embocadura suavemente y un contacto elástico.
- Un dorso móvil; con la cola relajada.
- Respiración suave y rítmica, que demuestra que el caballo está relajado, física y mentalmente.
La mejor confirmación y prueba de flexibilidad es visible en el momento en que se le dan las riendas: el caballo alarga la línea superior, estirando el cuello hacia abajo y hacia la embocadura sin perder nunca ni el ritmo ni el equilibrio.
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